Wilfried Vogt
Justo a tiempo para el inicio del verano de 1988, el BMW M3 Convertible ofreció a los aficionados del deporte de motor la posibilidad de disfrutar también al aire libre el fascinante vehÃculo deportivo diseñado para la vida diaria, pero con la tecnologÃa de motores y suspensión probada en la pista de carreras. El sucesor actual, el BMW M4 Convertible, es la última interpretación de este concepto automovilÃstico. Sigue leyendo